Por Luis Martínez Alcántara
La comunidad de León, Guanajuato, está sumida en el dolor tras el trágico asesinato de Mateo Santiago Ramírez, un niño de 12 años, quien era estudiante de primer grado en la Escuela Secundaria Técnica número 39 y desapareció el 4 de febrero de 2025 después de salir de clases.
Su familia inició una intensa búsqueda que culminó el 7 de febrero con el hallazgo de su cuerpo sin vida en un predio cercano a los límites con Jalisco.
Mateo era conocido por su alegría y dedicación. Además de estudiar, apoyaba en labores de limpieza en un consultorio médico cercano a su hogar, demostrando una madurez y responsabilidad inusuales para su edad. Su trágica partida ha dejado una profunda herida en su familia y en la comunidad, que lo recuerda como un niño trabajador y lleno de sueños.
Las autoridades detuvieron al presunto responsable, un médico dentista identificado como José N., quien confesó el crimen e intentó suicidarse al ser confrontado por la policía. Según informes, José N. habría abusado sexualmente de Mateo antes de quitarle la vida. La Fiscalía de Guanajuato investiga la posible participación de un tercer implicado en este atroz delito.
Este lamentable suceso pone de relieve la creciente violencia en Guanajuato. En 2024, el estado registró 3,132 homicidios, manteniéndose como uno de los más violentos del país. La disputa entre cárteles y la proliferación de delitos de alto impacto han generado un clima de inseguridad que afecta a todas las comunidades.
La familia de Mateo mostró su indignación y clama por justicia, exigiendo acciones contundentes por parte de las autoridades para que este crimen no quede impune. La comunidad se ha unido en solidaridad, realizando vigilias y manifestaciones para honrar la memoria del pequeño y demandar seguridad para sus hijos.