Por Monserrat Californias

El volcán Etna, ubicado en la isla italiana de Sicilia, entró en erupción generando una columna de humo y cenizas que alcanzó más de 5,000 metros de altura. La actividad volcánica incluyó explosiones y flujos piroclásticos que descendieron por su ladera sureste, obligando a turistas y excursionistas a evacuar la zona. 

A pesar de la espectacularidad del evento, las autoridades informaron que no hubo víctimas ni daños materiales significativos. El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) monitorea continuamente la situación para garantizar la seguridad de la población y visitantes. 

Videos compartidos en redes sociales capturaron el momento en que los turistas, sorprendidos por la erupción, descendían apresuradamente por las laderas del volcán. Algunos de ellos habían alcanzado altitudes de hasta 2,700 metros antes de que se produjera la explosión. 

Las autoridades locales habían emitido advertencias sobre la posibilidad de actividad volcánica, pero muchos visitantes decidieron continuar su ascenso.  Salvo Cocina, jefe del Departamento de Protección Civil de Sicilia, enfatizó la importancia de respetar las señales de advertencia y las restricciones de acceso para evitar situaciones de riesgo. 

La erupción provocó una alerta roja para la aviación debido a la emisión de cenizas volcánicas, lo que afectó temporalmente las operaciones en el aeropuerto de Catania. Sin embargo, la actividad aérea se restableció posteriormente, y el nivel de alerta se redujo a naranja a medida que la actividad volcánica disminuyó. 

Las autoridades recomiendan a los viajeros mantenerse informados sobre las condiciones del volcán y seguir las indicaciones de seguridad al planificar visitas a la región. 

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *