Por Luis Martínez Alcántara
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, acordaron iniciar de inmediato negociaciones para poner fin a la guerra en Ucrania. Este acuerdo se alcanzó tras una “larga y muy productiva” conversación telefónica entre ambos líderes, según informó Trump en su red social Truth Social. Ambos expresaron su deseo de detener las muertes ocasionadas por el conflicto.
El equipo negociador estadounidense estará encabezado por el secretario de Estado, Marco Rubio, el director de la CIA, John Ratcliffe, el asesor de Seguridad Nacional, Michael Waltz, y el enviado especial del presidente, Steve Witkoff.
Trump también conversó con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, para informarle sobre los detalles de su diálogo con Putin. Zelenski agradeció el interés de Trump y destacó la posibilidad de colaboración tecnológica y militar con Estados Unidos.
El Kremlin confirmó la conversación y señaló que Putin enfatizó la necesidad de abordar las causas profundas del conflicto para lograr una solución duradera. Ambos mandatarios coincidieron en que una resolución a largo plazo puede alcanzarse mediante negociaciones pacíficas. Además, Putin invitó a Trump a visitar Moscú y expresó su disposición a recibir a funcionarios estadounidenses en Rusia para tratar temas de interés mutuo, incluyendo la situación en Ucrania.
Este acercamiento entre Trump y Putin marca un cambio significativo en la política exterior de Estados Unidos hacia el conflicto ucraniano. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, afirmó que es “poco realista” que Ucrania recupere sus fronteras previas a 2014 y que la adhesión de Ucrania a la OTAN no es una opción viable en una solución negociada. Estas declaraciones sugieren una disposición a aceptar ciertas demandas rusas en las negociaciones.
Sin embargo, esta postura ha generado críticas entre expertos y aliados europeos, quienes temen que ceder a las exigencias rusas sin obtener concesiones significativas pueda debilitar la posición de Ucrania y sentar un precedente peligroso. Algunos analistas señalan que Trump está adoptando una estrategia demasiado conciliadora con Putin, lo que podría comprometer la seguridad y soberanía ucraniana.